José María Martín Corrochano se colocaba ante el atril del Teatro Municipal Enrique de la Cuadra el domingo 26 de marzo dispuesto a darse por entero a su pueblo, ese al que cada día añora desde su residencia madrileña. Vestido de militar, como marca su cargo de comandante de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y con la emoción palpable en su rostro, entonó un pregón cargado de amor a Utrera, a su Semana Santa y a su gente. Comenzó su intervención con un diálogo con la Virgen de las Veredas cual hijo que le habla a su madre. Este carácter mariano quedaría patente en otros pasajes del texto en los que dedicó bellas palabras a grandes devociones como la Virgen de Consolación o María Auxiliadora. Quiso viajar por todas y cada una de las hermandades utreranas destacando sus singularidades, al tiempo que compartía recuerdos ligados a ellas. Se transportó a su niñez y permitió a los presentes colarse en aquellos recuerdos de Martes Santo en los que su familia se entregaba a la Hermandad de los Estudiantes. Destacado también fue el fragmento dedicado a la Hermandad de los Aceituneros, en el que quiso acompañarse de música para recordar y agradecer la posibilidad de ser costalero de la Paz. Así lo hizo mientras la Asociación Musical Álvarez Quintero interpretaba un fragmento del ‘Ave María’ de Caccini. También sonaron ‘Virgen de los Estudiantes, elegida por el propio pregonero, y Amargura, así como los himnos de Andalucía y España. Fueron 70 minutos de “felicidad absoluta” tal y como dejó patente el pregonero, que para este gran día estuvo presentado por el locutor de COPE Utrera, Alberto Flores.
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